El vengador anónimo raspó un par de cabezas rojas (maderitas flacas entre los dedos) sobre la tira marrón del costado de la caja.
Otra vez hubo visitante en la mañana.
Operativo comando: rociado rápido de líquido inflamable, fósforos Fragata a discreción.
La semana anterior quemó el colchón más grande; ahora la muerte era para su reemplazo.
Dos veces escupió fuego desde su cielo y dos veces desapareció aprovechando la ausencia de los habitantes de la vereda.
David Vincenzo, que vive a dos veredas de la zona agredida, cuenta que él fue testigo de los dos ataques. Cuenta que el incendiario era un tipo como ellos: Uno de la calle, afirma. A David le gusta mostrar a los curiosos las marcas que dejaron los colchones cuando ardieron sobre la vereda. Cuenta que así desaparecieron los invasores de la cuadra: Porque ellos dormían todo el día. El rastro del desalojo aún da su presente en el barrio de San Cristóbal, Avenida Jujuy entre Independencia y Estados Unidos. Los fuegos se dieron a finales de febrero de 2010.
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