En la historia anterior anoté: San Cristóbal,
Boedo, Buenos Aires. ¿Sabés por qué, Julia? Para empezar a dibujar otro tiempo.
Porque dentro de unos días nos vamos a vivir a Gualeguay, Entre Ríos. A Buenos
Aires vamos a llegar de visita. ¿Por qué nos vamos?, te cuento. Mamá Evangelina
y yo venimos hablando de cambiar de paisaje desde que naciste. Queremos una
mejor calidad de vida para vos, para los tres. Queremos salir de la velocidad
de Buenos Aires, una velocidad molesta que nos envuelve, pero de la que, por
convicción, nunca participamos. Nos vamos porque buscamos tiempo y tranquilidad.
No queremos que el “ganar guita” se convierta en un deporte cotidiano que nos
robe el tiempo de los días. La guita es una herramienta necesaria en esta
sociedad, pero si no la ponés en caja, puede hacerse trampera que te mande a
bodega la vida. Buenos Aires desde hace años que es bicho que te acorrala. Es
una ciudad cara y dura en demasiados aspectos. Por eso le decimos Chau mientras
nos llevamos los buenos recuerdos. Ciudad origen, ciudad crecimiento, ciudad de
amigos, ciudad de sueños. Dejamos los límites del departamento de la amiga María
Teresa, para llegar a una casa con otro aire. Tu nuevo lugar va a tener pista
para gateos y primeras caminatas, vas a tener árboles en el fondo, y vas a
dormir en tu habitación. Julia, vas a saber de esas mesas grandes que juntan amigos
y familia. Gualeguay es la ciudad, el barrio, de donde viene mamá Evangelina. Hacia
ese origen nos vamos con la memoria.
viernes, 22 de marzo de 2013
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