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Desde que descubrí el camino hacia la luz, no paro de rebotar contra la lámpara.















UPCN Feria del libro 2018

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Presentación de "La marca de Gualeguay 1".

Pensamiento dos

A tener en cuenta: la felicidad es un arte efímero.

martes, 31 de marzo de 2020

Proposición poética para anular la deuda externa


Sucedió en París. El hombre poeta pidió permiso y se acercó hasta el hombre presidente. Hubo abrazo entre los hombres: uno presidente de la Argentina: Alberto Fernández; el otro, el poeta, José Muchnik, que además de guardar contentura y orgullo en el cuore, llevaba un libro en la mano: Proposición poética para anular la deuda externa. El libro es parte de su laborar cotidiano, y en su quehacer palabrero, el hacedor, anota la existencia del otro: el hermano, en estos tiempos de destructivismo mundial: La hipocresía se declina / como un verbo regular / en todas las personas del olvidativo / Y el hombre se vuelve cifra / las cifras pierden su sangre / y confeccionan matemáticos modelos / con sintéticas telas / que no saben apreciar / el desamparo del desnudo.
El poeta ensaya su crónica, postales desde Francia: El encuentro con el presidente fue el 5 de febrero, en el Instituto de Ciencias Políticas de París. Pronunció una conferencia sobre la situación de la República Argentina y sus relaciones con la Unión Europea. Anfiteatro lleno, público constituido principalmente por estudiantes del Instituto, y algunos invitados externos. Preguntás por mi impresión: como viejo exilado, contento y orgulloso de escuchar al presidente de los argentinos, manifestando su voluntad de volver a poner a la Argentina de pie. Una conferencia marcada por la claridad y sinceridad de sus propósitos. Pero más importante que mis impresiones, cuentan las de los jóvenes estudiantes que la presenciaron, muchos de ellos latinoamericanos. Los nutridos aplausos, y las charlas personales que tuve con algunos de ellos, confirman la acogida positiva que tuvo la conferencia del presidente.
¿Cómo fue entregar a Fernández Proposición… en este tiempo de nueva encrucijada en la cuestión deuda externa?: El libro se lo ofrecí al terminar la conferencia. “¿Está en francés?”, me preguntó. “El título parece un chiste”, agregó con una sonrisa al ver la tapa “Proposition poétique pour annuler la dette exterieur”. ¡Un chiste! No me lo permitiría. Es bilingüe, aclaré, fue publicado en París en 1993; mirá la dedicatoria. Entonces leyó: “A Alberto Fernández, estos versos no sirven para pagar la deuda, sí para enaltecer valores”. Efusivo abrazo, fotos, algunos periodistas interesados en saber de qué se trataba el libro.
Muchnik sobre su libro desapercibido: Te aclaro que hasta este momento, el libro dormía tranquilamente. Soñaba con su propio olvido. Aunque de vez en cuando alguien lo hojeaba y lo arrancaba de su letargo. Luego volvía a su olvido. Ya sabemos que el destino de los libros es muy difícil de prever. Parece que ahora, los amigos de la editorial CICCUS van a resucitar “Proposición poética para anular la deuda externa”, el contexto es “propicio”.
¿Qué piensa el ciudadano/poeta sobre la deuda externa?: Cuestionar la deuda externa, los principios económicos que rigen el funcionamiento de nuestras sociedades, a partir de la experiencia poética del mundo, parece una provocación en los tiempos que vivimos. Sin embargo, es útil recordar que ya Francisco de Quevedo Villegas, en pleno auge del Siglo de Oro español, incentivado por la conquista de América, condensa en el célebre poema: “Poderoso caballero es don Dinero”, su crítica al poder fundado en el dinero como valor supremo.
Un paisaje fulería: Los “poderosos” de hoy en día, con la ayuda de matemáticos modelos, han construido un Homo Economicus cuantificable, guiado por la búsqueda del máximo beneficio, pues ahí suponen que encontrará la fuente de la felicidad. Cuantifican los comportamientos de la gente como si se tratase de objetos físicos, construyen una representación de la realidad que legitima las estructuras de poder y su reproducción, así justifican científicamente las injusticias, actuando en nombre de “leyes divinas” sacrifican la mayoría de los habitantes del planeta, y al planeta mismo.
El arte de cuestionar: La poesía fue parte esencial del desarrollo de la humanidad. Mucho antes de que la escritura misma existiera, de manera oral, la poesía transmitía ritos mitos historias valores… de las diferentes sociedades. No sólo los hombres y la naturaleza, también el lenguaje fue sometido/manipulado para ponerlo al servicio del modelo dominante. Una palabra alcanza para revelar la estafa, una palabra que dice mucho: libertad. El “libre mercado” constituye una de las piedras fundacionales del edificio de barajas que se está desmoronando. Y esperamos siempre el famoso punto de equilibrio de un “libre mercado” que no es libre, ni el mercado de productos, ni el de capitales, ni el de trabajo. ¿Libertad de oportunidades? ¿Cuál es la libertad de un trabajador? ¿Vender su tiempo en cambio de un salario fijado por reglas que no controla? ¡Cuando tienen la suerte de poder vender su tiempo! La “realidad” depende del lenguaje con que se la describe. La “Batalla del lenguaje”, la batalla por acercar las palabras a la verdad, es tal vez menos evidente, pero no menos fundamental que las batallas en el orden político económico o social. Es en esa batalla que la poesía tiene una misión importante, la misión de cuestionar con un lenguaje sensible la realidad que nos venden como evidente, pero que no lo es. Otra sociedad es posible, para ello tenemos que aprender a pronunciar el mundo de otra manera.
Todo libro tiene una historia: la del impulso de origen, la aparición de la idea, el mientras tanto del trabajo. Cómo contás la presencia de Proposición…: Es cierto, lo que vos llamás impulso de origen existe, “algo”, una experiencia, una imagen, un sueño…, te provocan ese “algo”, esa sensación que tratás de poner en palabras. La poesía no está en el texto, está en la vida; uno trata, con mayor o menor fortuna, de retener la poesía de la vida en el poema, tarea inalcanzable. En este caso preciso, mientras participaba en el Foro Internacional sobre las Perspectivas Latinoamericanas, organizado en París del 21 al 23 de noviembre de 1990 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los discursos de los tecnócratas presentes me provocaron ese “algo”. De manera casi inconsciente comencé a escribir “cosas”. El poema “Interrogación y Proposición” refleja bien esta vivencia.
“¿Quién debe a quién? / […] Si nadie se atreve a contar / Si nadie sabe quién debe a quién […] ¿Por qué no anular las deudas? / La de sangre caliente / y creencias arrasadas / contra millares de moneda verde / estampados a medida ¿Por qué no imaginar una era nueva? […] Una era poética para venerar la tierra / (para pedirle perdón por todo) / Una era poética para venerar el verbo / (para pedirle que vuelva entre nosotros) / Entonces / Hermanos del mundo / aprended a hablar /y a escucharos nuevamente”.
Avisaba el poeta en Proposición… del ‘93: (…) el amarillo madurando / en los viejos antifaces.
En la escritura de José Muchnik siempre se cuestiona las maneras del Capital Financiero y sus consecuencias en la Región: Cien años de libertad y Coca-Cola (1990), Amazonía he visto (1997), SEFIKILL: SErial  FInancial KILLers (2014), Desgarros exilios duelos muros (2018).
Afirma José, el poeta, luego de entregar Proposición… al presidente: Como decíamos “estos versos no sirven para pagar la deuda”, pero sí pueden ayudar a cuestionar “la realidad” y su legitimidad. Ahí reside el espíritu revolucionario de la poesía: remover el lenguaje barniz cuarteado; buscar rostros verdaderos bajo el maquillaje de la superficie, dejar al descubierto las manipulaciones de los poderosos.
Dos hombres estrecharon sus manos, sus palabras de reconstruir las páginas de la poética y la libertad de la Patria Grande.